Universidad del Magdalena

El auditorio Julio Otero Muñóz de la Universidad del Magdalena fue epicentro del acto en el que 30 estudiantes del Programa de Enfermería recibieron las tocas y placas que, junto con el símbolo de la luz, identificarán su trasegar profesional en las clínicas, hospitales y demás instituciones donde prestarán sus servicios profesionales.

El acto que fue presidido por la enfermera magíster Ángela Romero Cárdenas, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, contó a su vez con la asistencia de la enfermera magíster Diana Acosta Salazar, directora académica de la Facultad antes mencionada, la enfermera especialista Julieth Brito Jiménez, docente del Programa Académico y la enfermera magíster Tatiana González Noguera, representante de los docentes ante el Consejo de Programa y docente de la institución.

Precisamente González Noguera manifestó sentirse orgullosa de los estudiantes; “Me complace ver cómo han desarrollado ese amor por los pacientes, como han perfeccionado cada técnica impartida y sacado el mejor provecho de los conocimientos brindados aquí, para el caso de psiquiatría que son pacientes delicados y complejos de tratar, me enorgullece ver cómo los jóvenes han asumido el rol y se han estado a la altura de cada circunstancia”, puntualizó la docente.

Este acto solemne se interpreta también como la transmisión de los conocimientos de un(a) enfermera (o) experimentada (o) a los nuevos egresados, una luz de guía para quienes sufren el dolor o desesperanza, o un reconocimiento para aquellas mujeres y hombres que han logrado trascender por su vocación de altruismo.

En ese sentido, uno a uno, los jóvenes pasaron al frente para encender la llama de las pequeñas lámparas, lo que los compromete a cumplir de manera cabal con la filosofía del servicio a la sociedad, ya que el significado de la lámpara es la iluminación que brinda el saber y la calificación personal, en relación con el auto conocimiento y la interacción respetuosa con el prójimo.

Siguiendo con el acto solemne, a las mujeres les fue impuesta una toca con una cinta color azul y a los varones, les fue impuesta una placa con su nombre, símbolos que los identifican como educandos de esta Casa de Estudios Superiores y que representan el honor, la dignidad, amor al prójimo, cuidado, servicio y lealtad a la profesión, por lo que merece el respeto de quien la porta.

Un emotivo momento durante la jornada fue protagonizado por la estudiante Andrea Navarro del Prado, quien dirigió unas palabras a sus compañeros acerca de su largo y duro proceso durante la carrera y reflexionó acerca de los momentos más significativos de la misma, algo a lo que los presentes respondieron con lágrimas, aplausos y sonrisas de gratitud.

Los estudiantes, emocionados, expresaron su satisfacción por haber adquirido el máximo emblema de su carrera. Para Luis Manuel Castro Aria “la Universidad fue mi segunda casa, de hecho pasaba más tiempo estudiando, haciendo trabajos con los compañeros que en mi propio hogar y debo agradecer porque incluso en los días en que no tenía para transportarme o comer, me esforcé y encontré una excelente educación en esta Universidad”.

En el caso de Marybell Jehans Lázaro, quien recibió reconocimiento por Excelencia Académica señaló estar satisfecha con su formación académica.

“Los docentes son exigentes pero respetuosos, te enseñan en valores, amor por tus pacientes, te forman como una persona humilde que me parece la mejor cualidad que se puede tener, sobretodo en esta carrera que es de vocación, me siento orgullosa y feliz de ser una enfermera de la Universidad del Magdalena”.

Las palabras de estudiantes obedecen a que la comunidad de esta Institución les ha permitido formarse con herramientas propicias y mucho esfuerzo, contando siempre con el apoyo de docentes que se han vinculado de manera comprometida al Programa, un reconocimiento especialmente importante en el Proceso de Autoevaluación con fines de Renovación de Acreditación de Alta Calidad que atraviesa UNIMAGDALENA.